por Carlos Rebato - es.gizmodo.com
Los motivos tienen que ver en parte con la preocupación estadounidense, muchas veces cercana a la obsesión, con respecto al terrorismo. La medida se remonta a 2003, dos años después de los ataques del 11-S y antes de la guerra de Irak, cuando gracias a las presiones de un lobby en el Congreso se aprobó convertir el espacio aéreo en torno a los parques que Disney tiene en Anaheim y Orlando en no-fly zones.
El segundo motivo tiene que ver con la guerra no declarada que Disney mantenía por aquellos años contra los anunciantes que aprovechaban servicios de avionetas para volar con letreros publicitarios sobre el parque. Desde entonces, ninguno de ellos puede operar sobre las propiedades de la compañía. Tampoco se autoriza la toma de fotografías aéreas.
Irónicamente, esta misma medida no se aplica a otros parques temáticos del país, como Six Flags o Seaworld. En los más de 10 años que la medida lleva activa se ha intentado modificar o retirar varias veces en los juzgados, hasta ahora sin éxito.
Imagen: Gene Duncan/AP
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