por Sergio Antonio Herrera
Primer acto
"Llegué, me senté y vi un cenicero; si uno ve un cenicero, no puede ser descortés con los uruguayos. Éste es un local privado donde quien quiere, viene. Si no hubiera visto el cenicero no hubiera fumado, pero ahora no tiro el pucho ni muerto" dijo el pintoresco cantautor.
He fumado desde los 12 años, hasta hace unos cinco. Precisamente, casi al unísono, por un lado, vino la clásica recomendación médica: "si quiere siga fumando pero..." y por el otro, casí como una bendición, la "ley Tabaré", que hizo que obligatoriamente, todo el territorio fuese libre de humo de tabaco.
Las excusas y los recursos a los que deben recurrir para seguir fumando los que no deben y las vueltas que deben dar y en ocasiones, el frío que deben "bancar", para hacerlo, continuamente me hace reflexionar acerca de si yo, haría todo lo que veo que hacen los fumadores y...la respuesta es...ya saben.
Solamente el que ha fumado conoce el porqué, cuesta tanto dejar el...pla...vicio.
Segundo acto
El viernes pasado, con mi señora fuimos al teatro. Habíamos intentado conseguir entradas para ver Un tranvía llamado deseo, en la versión del Ballet del SODRE, pero estaban agotadas y también queríamos ver la obra de Tennessee Williams con la dirección de Roberto Jones en la sala China Zorrilla del Teatro de la Alianza Cultural Uruguay-EEUU y allí, tuvimos suerte, por partida doble.
No solamente conseguimos entradas (la sala estaba repleta), sino que en primera fila, en el medio y la obra, con una duración de más de dos horas y media, estuvo excelente, con unas actuaciones muy destacadas de casi todo el elenco, pero especialmente de Alvaro Armand Ugón y Victoria Rodríguez (una Blanche excepcional).
El rústico polaco que interpreta el protagonista y su compañera de rubro, transcurren casi la obra entera, bebiendo y fumando y en algunos momentos, otros personajes también lo hacen.
Nos llamó poderosamente la atención, cuando Victoria Rodríguez, casi de arranque, acomodó un cigarrillo en una boquilla, pero pensamos de inmediato: "no lo va a encender".
No solamente encendió ese, sino otros, pero muchos más fuma Stanley, el polaco.
Tercer acto
No se sabe el monto, se habla de hasta once mil dólares, los que deberá oblar el Sheraton Montevideo.
No se sabe...ejem...Nos vemos.
Portal de América
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