por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires
El 4 de abril pasado en "Transporte aéreo: la inútil pasión por el énfasis" decíamos con relación a la reunión realizada ayer (16/4/2020) “…En el copete hemos incluido el eventual temario para cuyo tratamiento ha convocado la ANAC, con lo cual, más allá de la buena voluntad de su administradora, Paola Tamburelli, que no pongo en duda, ese temario debería ser tratado por el Ministerio de Transporte ya que tiene que ver con la problemática de todo el transporte nacional. Esa reunión en verdad será una pérdida de tiempo ya que además el Ministro Meoni no tendrá la vivencia propia de lo que ocurre con el transporte aéreo en especial.”
La reunión resultó un fiasco como lo habíamos previsto y alertado, pero lo que nos desconcierta es que el objetivo era el de tener un diagnóstico integral del sector (sic) cuando la ANAC sabe que no hay prácticamente vuelo alguno, los aviones están en descanso forzado, el turismo esta frenado y en consecuencia el sector no tiene ingreso alguno. Además este fenómeno no solo pasa acá, es de hecho casi universal.
Hay gobiernos que ya otorgaron apoyos económicos a sus líneas aéreas, y parecería se viene una ola de nacionalizaciones parciales o bien disfrazadas bajo la forma de “préstamos blandísimos”.
Si por esas cosas de la burocracia la ANAC no se hubiera enterado, es suficiente con leer algún diario o los reclamos llegados de IATA y otras instituciones del segmento aéreo a los sectores de gobierno, cuyo contenido hemos criticado ya que tampoco hay que ser Keynes para saber que las posibilidades de ayuda por parte del Estado argentino son virtualmente nulas, y lo poco que hubiera se lo llevará Aerolíneas Argentinas y Austral, como también lo hemos anticipado.
Lamentable el rol del Ministro Meoni, ya que algo debería saber dado que hace años LAPA operó una escala comercial en Junín, lo que me hace suponer que quizás tampoco ese hecho lo haya conectado con la actividad, máxime cuando se trata de una ciudad eminentemente ferroviaria cuyos talleres, en las épocas doradas, llegaron a ocupar más de cuatro mil trabajadores. Puede ser que de eso sepa más.
En fin, todo puede tener una explicación.
Resulta sarcástico que el objetivo de la prima reunión, siempre a tenor del portal Infobae, será para analizar datos o análisis que permitan “…por ejemplo, dimensionar la demanda futura. Dichos estudios serán compartidos y analizados en un próximo encuentro, que se realizará el próximo martes 21 de abril. La idea es definir cuántos empleos directos y cuantos indirectos están en riesgo.”
No es necesario ser profeta para advertir que también la próxima reunión sería otro fiasco, ya que en la nota a la cual nos referimos ya se dice que más o menos el sector aéreo sustenta el empleo y fuente de trabajo más de 300.000 personas, contando el empleo directo, el indirecto y el sector turismo en general.
Puede ser que en la reunión del próximo 21, se sepa el número exacto que podría ser de 318.785 o 299.743, o más o menos un número parecido.
¿y….?
Me parece todo muy chabacano y superficial, y cuesta pensar que de esas “reuniones virtuales” podría salir algo útil.
Lo que se necesita es que el gobierno (el Presidente Alberto Fernández estuvo reunido con el segmento de los Agentes de Viaje) precise una política para el transporte y las políticas para cada modalidad, ferroviario, de buses, fluvial y marítimo y aéreo.
Además, es necesario que en materia de transporte aéreo, una definición sobre lo dispuesto por el art. 99 del código aeronáutico y la ley 19030, en el sentido si esas normas seguirán vigentes o si se reformaran. Asimismo, debe poner fin a las especulaciones sobre si Aeroparque será una terminal exclusiva para Aerolíneas Argentinas y Austral, como parecía ser la idea de Mariano Recalde cuando gestionó a esas empresas.
La idea que uno tiene es que los funcionarios sobreactúan.
En su carta a un joven estudiante de filosofía, escrita allá por 1930 y pico, Ortega le decía a los argentinos “Son ustedes más sensibles que precisos…”, y esa descripción está más vigente que nunca, lamentablemente no sólo en el transporte aéreo.
Según nuestra información, en esa reunión tampoco hubo buen humor y hasta quizás una pisca de mal humor…
En fin, se trató de una reunión virtual en todo el alcance de la palabra…en mi barrio, con alguna elegancia, se diría “fue al cuete…”
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